El 19 de septiembre de 1985 marcó el inicio de una nueva etapa para la Ciudad de México. A las 7:19 A.M. se detuvieron los relojes a consecuencia de un terremoto de gran magnitud 8.1 escala Ritcher, que sorprendió a los capitalinos. Algunos iniciaban sus labores, otros se disponían a levantarse y muchos, afortunadamente para ellos, aún dormían y no tuvieron tiempo de darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor.
Bastaron menos de 2 minutos para que el terremoto dejara una ciudad en ruinas, sin que nadie imaginara la verdadera catástrofe que provocó a su paso. Tan doloroso fue el despertar para muchos mexicanos que nunca se olvidarán de ese día, del silencio tétrico, del olor a muerte, de las miradas perdidas y las sirenas de las ambulancias que en su loco correr confundían a los habitantes de esta gran metrópoli, que un momento a otro se encontraba devastada.
¡Nadie podía creer lo que veía!
El número de víctimas fue incalculable, nunca se pudo definir una cifra real.
A consecuencia del sismo que devastó la Ciudad de México, el 19 de septiembre de 1985, se formó un grupo de voluntarios que trabajaron coordinadamente en las acciones de búsqueda y rescate de víctimas, a las que la gente comenzó a llamar "TOPOS". En febrero de 1986 se constituyó legalmente la Brigada de Rescate Topos Tlaltelolco A.C.
En 2015, se cumplen 30 años de la tragedia y de la formación de un grupo voluntario que ha decidido que la mejor enseñanza que nos dejó este triste evento es la prevención y el fomento de una verdadera cultura en materia de protección civil.
En la ciudad de México no habremos más de 200 elementos preparados, y es necesario estar preparados formando comités vecinales de emergencias, para que cada quien tenga su plan familiar, que cada persona se preocupe por su seguridad y haya una participación bien organizada.